domingo, 26 de mayo de 2013

Echar de menos


En muy pocos días se cumplirán 15 años que perdí por primera vez a un ser querido, mi abuela Dolores, estos días previos son para mí motivo de tristeza más que de celebración (mi aniversario es justo el día antes) por la sencilla razón de que la echo de menos, no conocí a mis abuelos y mi otra abuela que por suerte aún vive, reside justo a 1200 Km de mi, así que los más bonitos recuerdos de mi infancia vienen de ella, una grandiosa mujer que superó con nota la perdida de su marido siendo muy joven y la de varios hijos por culpa de enfermedades diferentes y aún así hoy día aún viven 7 de ellos, les dió un techo y un plato de comida incluso ropa para vestir y alguna vez hasta algún juguete... y aún así tenía esa alegría en los años en que la conocí y ese amor por los suyos que daba envidia ver. En aquel entonces yo como ignorante niño no supe apreciar los gestos de tan grande persona, pese a que su cuerpo apenas rozaba el metro y medio, ciertamente era como los perfumes, mucha esencia concentrada en un tarro muy pequeño y de un valor incalculable.


Ya llevo varios días pensando en ella, el otro día al ir a trabajar escuché por la radio a una señora que pedía una canción para dedicársela a su marido que tenía Alzheimer desde hace 7 años y relataba con suma entereza como ella lo cuidaba pese a que su mente estaba perdida. No pude evitar ese nudo en la garganta ni esas lágrimas ahogadas para no molestar a mis compañeros de viaje, no pude evitar recordar esos últimos años de vida de mi abuela presa de esa enfermedad, rezando a su virgen del Carmen y llamando a su José... No soy cristiano por que yo no creo en el paraíso, tampoco creo en la justicia divina, porque que tenía de justo que después de esta lucha una persona acabe sus días sin saber quien es su hijo o sin poder controlar su cuerpo...

El día en el que ella me faltó comprendí que la ironía de esta vida es que no existe la justicia, para ella claro que desearía que hubiese algo tras la muerte que la compensara por tanto sacrificio, pero sin sus hijos que no están con ella en un mundo o en otro ¿que felicidad existiría? Es una patraña tan absurda que solo es creíble en la búsqueda del consuelo ante tremenda tragedia. Por que para mi la muerte es una gran tragedia, mi felicidad está con los que están conmigo en mi corazón y si me falta alguno no puedo ser feliz, y cuando el que falte sea yo no habrá paraíso sin las personas a las que quiero, ni infierno que me impida seguir luchando por ellas.

Ese día comprendí que no quiero llegar al día de lo desconocido y no haber vivido mi vida intentando ser feliz, por que el precio que pagué por ello fue muy alto.
Ella ya lleva 15 años sin estar aquí, es ley de esta absurda naturaleza de la existencia, pero 15 años después yo sigo queriéndola por lo que supuso para mi, por que me enseño sin saberlo lo importante que es luchar por tu familia y por que en mi mente nunca falta su recuerdo hasta el día que me muera.

Ojalá no tenga la mala fortuna de padecer ninguna enfermedad que me haga olvidar a quienes quiero, por
que eso es lo único que tengo, pero por si acaso pasase, por que estas cosas pasan y uno no puede evitarlo de momento, solo quiero dejar constancia de que quiero a mi familia, a mi mujer, a mis dos preciosas hijas, a mis padres, a mis hermanos y a mis amigos. Que difícil sería la vida sin vosotros, difícil y triste, por eso mi aniversario es tan insignificante y mi recuerdo por los que me faltan tan importante, por que con cada uno de ellos se fue un pedacito de mi corazón y eso es lo más triste de esta vida. Sed felices todo lo que podáis.

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