Tras varios meses y como varios años, llega la noche previa del estreno de la agrupación carnavalesca en la que salgo, esta es la noche de la reflexión, cuando uno coge todos los ensayos y trata de poner orden en una cabeza que lo desquicia todo.
Muchos años de experiencia me recuerdan que da igual este comedero de coco, gustará no gustará, ganaremos o no, he podido hacer más o no, saldrá todo bien... pero no puedo evitarlo, forma parte de la experiencia, forma parte de ese cúmulo de sucesos que deseo que pase con indiferencia del resultado final, es el único momento del año en que sin ser un artista me siento protagonista, arropado de un grupo de compañeros que comparten un mismo sueño, y eso me hace sentir una agradable relajación que solo será vencida cuando una voz de sobra conocida grite ¡Va telón! y comience el espectáculo.
Esta noche dormiré malamente, como en las 11 veces anteriores, imaginaré de mil maneras el estallo de júbilo que se puede producir si logramos nuestro objetivo, el año pasado disfruté con un grupo de gente excepcional este hito y aún se me saltan las lágrimas ver el vídeo de los compañeros en plaza de fragela escuchando el pase, eso fue mejor que cualquier premio... Mucho trabajo mucho esfuerzo dieron un fruto que dejó un sabor eternamente dulce marcado de por vida en mi corazón...
No puedo evitarlo, creo que es cosa de genética, me encanta emocionarme y solo me privan de ello mis obligaciones.
Mañana me despertaré sosegado, feliz, con la vista puesta en las 21:00 horas pese a que la actuación comienza desde el primer pincelazo de maquillaje, las horas pasarán eternas hasta llegado el momento de salir de casa y cuando acabe todo habrá sido como una fugaz centella, si todo sale bien, me volveré a dormir con la sensación de rozar el paraíso de lo contrario estaré apesumbrado por no saber si pudimos hacerlo mejor, pero en el fondo feliz de poder haberlo hecho otra vez.
Las pasiones, son en general difíciles de comprender para quien no las vive desde dentro, nadie sabe el cúmulo de sensaciones que se viven desde el primer día de ensayo hasta que esas benditas cortinas se separan para dejarnos cara a cara con nuestro destino, unos golpes marcan el inicio, el corazón se acelera, respiro hondo, miro a mis compañeros, la ilusión es comparable con la de un niño el día de reyes, siguen aumentando las palpitaciones, entra el compás y todo se mueve a ese son, es la verdadera magia de la vida, la música, sea del estilo que sea, un teatro máximo exponente de las grandes ocasiones de quienes tienen en el arte su mejor forma de expresión, todo es un baile que acaba con el último compás de la guitarra en un suspiro...
No se que nos deparará el destino para dentro de 20 horas, pero sea lo que sea me siento orgulloso de haberlo intentado otra vez, pese a sacrificar una parte importante de mi vida, y aunque mayormente lo hago por mi, no puedo evitar acordarme de quienes me acompañan, quienes me apoyan y quienes lamento que no estén ya entre nosotros aunque fuese para decirme lo feo que salgo en la foto. Así que aunque corro grave riesgo de olvidarme de muchos, mañana mi ratito de gloria quiero dedicarselo a Mi mujer y mis hijas las principales damnificadas de esta obsesión mía, a mi madre y mi padre, a los cuales les debo tener la suerte de haber conocido esta cultura, a mis hermanos, que sin ellos mi vida y mi forma de ser no serían la que son, a mis grandes amigos, que siempre fueron un apoyo incluso en los peores momentos, pese a que no siempre podamos estar juntos, mención especial carnavalesca y con todo mi corazón a mis metopas, Belén, Jesús, Marieta, Wiki (metopa adoptado), El increible e impresionante David Cano Tur, con la maravillosa Deme, la sensibilidad de mis amigos Jose Hoyas (y Laura adoptada recientemente) y en la lejanía de tierras catalanas mi gran amigo y hermano Jose Honor que te hecho mucho de menos appleman, por supuesto a esos antiguos compañeros de otros coros, marcando en especial al palacio que hicieron de una ocasión importante para mi, uno de los momentos más emotivos de mi vida, os quiero y os echo de menos, a mi Chari Rueda que siempre consigue alegrarme por más diluvios que me caigan, y en definitiva a todos los que consiguen de una manera u otra que estas cositas me embarguen de felicidad. Ni se me ocurre olvidarme de los que me han dejado un enorme vacio en el corazón, recientemente Fran Olvera, hace un año hablabamos de que todo iba a salir bien, te prometí un presente que no tuve tiempo a cumplir, pero si mañana tengo la oportunidad, tu nombre resonará desde mi corazón hasta el último de los rincones a los que se puedan transmitir mis palabras, mi prima Laurita, a mi tío Blas, aún con dolor en mi corazón a mi abuela Dolores, los años pasan y yo no os olvido.
Y con todo a mi primo Ángel de Asturias, al que deseo la más pronta recuperación posible y mucho ánimo que no nos faltaron nunca huevos para luchas, es muy duro, pero venimos de una casta que lo aguanta todo como la Abuela Toñita. Gracias por estar ahí en algún momento de mi vida y contribuir a que de una manera u otra mi vida sea milenaria en vida aunque de momento no tanto en años. Mañana conmigo subís todos al escenario.
Por último a mis compañeros milenarios decirles que realmente tenemos algo grande, que realmente somos algo grande y que no tienen nada que envidiar a nadie, que soys buenos a rabiar y que será un honor para mi poder tener el lujo de compartir tablas con vosotros.
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