Es cierto, no estoy cegado por amor, es una persona extraordinaria, y mi mayor problema es que no puedo estar a su altura...
Hoy hemos discutido, llevamos varios días con "diferencias" a la hora de afrontar nuestra crisis económica particular. Reconocer que soy un desastre con las finanzas es demasiado liviano, pero peor aún es mi enorme capacidad para tropezar con la misma piedra.
Estamos en una nueva rachita de las buenas, ella ha encontrado trabajo, yo aparte del mio vendo Thermomix (y la verdad no me va mal) y el nivel de deuda se va viendo reducido, cometo errores en mi misma búsqueda de mejorar más aún las cosas, pero de momento vamos salvando los muebles. El problema es que cuando me sobre-esfuerzo acabo teniendo todo tipo de desavenencias, contracturas cervicales (por cierto mi fisio vale su peso en diamantes) condromalacia en la rodilla recién operada, estrés... No puedo evitarlo, me siento superado, y no quiero caer, quiero volverme a levantar, esto me vuelve irritable, irascible y poco estable, lo cual me lleva sin miramiento a la misma piedra en la que vuelvo a tropezar.
Me siento mal, no se donde agarrarme para levantarme, y lo peor de todo es que en mi actitud defensiva, descargo mis prontos con la única persona que siempre está al lado mía, no soporto que me "riñan" aún sabiendo que no llevo la razón, y mi reacción está sobrelimitada siempre, lleve o no la verdad conmigo...
Acabo haciendo daño a quién no se lo merece y no siempre soy tan valiente como para reconocer mi error, no es una sensación muy agradable la verdad, trato de reflexionar sobre las cosas y trato de buscar soluciones, pero no todas llegan a las primeras de cambio, solo sé que estoy siendo demasiado egoísta con ella y no se lo merece, eso y que tengo todas las papeletas de volver a tropezar con esta misma piedra otra vez. Me faltan horas al día, no por que no tenga suficientes horas, sino por que pierdo muchas pensando en como crear la condición perfecta para que mi plan salga bien y se acaben mis problemas, y entonces poder dedicarle a mi mujer y a mis hijas ese tiempo y esa dedicación que no llegan, pero cada día que pasa, ese día no llega y se aplaza otro más, y he perdido otro día para disfrutar de ellas, aunque también es cierto que en mi ignorancia está el no saber tampoco como disfrutar con ellas sumando mis dolencias varias y la falta de energía que conlleva para llevarle el ritmo sobre todo a la más pequeña. Ahora mismo soy un mar de dudas, solo sé que me he equivocado, que no se como arreglarlo, que la estupidez humana es infinita y que yo soy humano, así que de momento voy a hacer lo que siempre hago, aguantar el chaparrón, intentar volver a ponerme de pié y seguir caminando... Y buscar como estar a la altura de tan grande mujer...
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